15 de mayo de 2014

Habitaciones infantiles: ¿qué color escojo?

Como comentamos en el anterior post, los colores influyen en nuestras emociones y conductas, por ello es importante conocer su influencia a la hora de decorar las estancias y, en especial, en los más pequeños del hogar, por ser los mayores receptores de los estímulos.

Por ello, comentaremos en este post los estímulos que suelen producir los colores y cuáles son las estancias más adecuadas para cada uno de ellos con el fin de ayudaros en su decoración.

El rojo es un color que aporta vitalidad y energía, por lo que se recomienda para estimular la acción. Capta la atención de los niños y niñas por lo que es un color adecuado para zonas de recreo o salas de juego. Eso sí, es un color poco recomendable si son hiperactivos o agresivos, ya que les impide la concentración.

El amarillo estimula la actividad mental por lo que, en tonos pastel, es muy recomendable en zonas de estudio o escritorios. Mejora la concentración e impulsa la actividad intelectual.

El naranja es una combinación de ambos. Es un color alegre y que da energía. En tonos suaves dan calidez y estimulan el apetito y la comunicación, mientras que en tonos fuertes incitan a la diversión y a la acción.



El verde, al igual que el azul, son colores que relajan el sistema nervioso. Aportan armonía y sueño. Ideales, sobretodo en tonos pastel, para ambientes de descanso.

El lila o violeta está muy de moda y nos invita a la meditación y la inspiración. Estimula la parte superior del cerebro y, por tanto, la creatividad y la habilidad artística.

El rosa y los mitos. Es importante no crear prejuicios sobre los colores y no dejarnos llevar por la creencia social de que es un color femenino. Los colores no son ni femeninos ni masculinos y el rosa es asociado a la imaginación y la fantasía.

El negro transmite oscuridad y temor, por lo que puede tener un efecto depresivo en los niños. Nada recomendable en ambientes infantiles.

Por último, el blanco sólo es recomendable en espacios llenos de color como contraste, ya que produce sensación de vacío.





Esperamos que esta pequeña guía os sea útil en la decoración de las estancias de vuestros pequeños.

9 de mayo de 2014

Los colores y la personalidad

¿Sabíais que existe relación entre los colores y la personalidad? Seguro que sí, es por eso que hoy queremos tener en cuenta esta conexión a la hora de decorar nuestro hogar.

A la hora de escoger los tonos de color con los que revestiremos nuestras paredes, debemos tener en cuenta la luminosidad del ambiente y también la funcionalidad del espacio.

Sabemos que en estancias de dimensiones reducidas o con poca iluminación no es aconsejable poner tonos oscuros, pero ¿tenemos en cuenta nuestra personalidad?

Así por ejemplo, si somos personas nerviosas o muy activas, no es aconsejable utilizar en nuestras paredes colores muy vivos o chillones, como los rojos, naranjas o amarillos, sino más bien colores armoniosos más suaves o neutrales. Deben ser colores que transmitan serenidad y tranquilidad como pudieran ser los azules o colores más pastel.



Por el contrario, si somos personas poco activas y con tendencia a la melancolía, debemos revestir nuestras paredes de tonos cálidos y con mucha luminosidad, evitando por completo los colores grises y oscuros. Los colores adecuados serían los tonos salmón o verdes suaves.



Asimismo, tened en cuenta que en habitaciones matrimoniales los colores deben ser tonos pastel y colores cálidos, como los rosas pálidos, melocotón o salmón, ya que se ha demostrado que los colores fríos traen desavenencias en un entorno íntimo.