El papel pintado es mucha más que una decoración. Es un elemento de diseño con el que podemos cambiar las habitaciones y podemos crear un estilo.
La clave del papel pintado reside en su patrón.
Una vez que entendemos cómo los patrones pueden cambiar las estancias y el poder de expresión que poseen, nuestras opciones de diseño aumentan vertiginosamente.
Si examinamos de cerca los tipos de patrones de los papeles pintados, podemos observar que existen, básicamente, tres tipos: objetivos (o figurativos), abstractos y orgánicos (o de patrón natural).
En el caso de motivos objetivos o figurativos (fotos de la fila central), el mensaje visual está en primer plano, mientras que los patrones de papel pintado abstracto (primera fila), su expresión suelen desarrollarse de forma geométrica. Finalmente, el papel pintado con patrón orgánico o texturado (última fila), posee su propia materialidad y sustancia.
Dependiendo de lo estricta, relajada o rítmicamente que esté dispuesto el patrón en nuestro papel pintado, su carácter y la expresión final será de una forma u otra.
Así, por ejemplo, patrones dispuestos geométricamente (primera columna), suelen dar un carácter estable y armónico al papel pintado. Un efecto que, en consecuencia se contagia a la estancia donde lo pongamos.
Los motivos dinámicos (como son los de la segunda columna), son desafiantes y alegres, por lo que animan una estancia.
Por el contrario, los patrones colocados de forma no sistemática, estructuras esparcidas al azar (columna 3), crean un ambiente natural y hasta cierto punto caótico. Serán unos papeles pintados que capten nuestra atención visual de forma rápida.
Además del patrón y su disposición, el color es otro elemento clave en la creación de un estilo. Si el patrón expresa el mensaje, es el color el que provoca la emoción. Es por ello que, a la hora de crear un estilo, la solución perfecta radica en la buena combinación de ambos elementos para que se complementen entre sí.
La clave del papel pintado reside en su patrón.
Una vez que entendemos cómo los patrones pueden cambiar las estancias y el poder de expresión que poseen, nuestras opciones de diseño aumentan vertiginosamente.
Si examinamos de cerca los tipos de patrones de los papeles pintados, podemos observar que existen, básicamente, tres tipos: objetivos (o figurativos), abstractos y orgánicos (o de patrón natural).
En el caso de motivos objetivos o figurativos (fotos de la fila central), el mensaje visual está en primer plano, mientras que los patrones de papel pintado abstracto (primera fila), su expresión suelen desarrollarse de forma geométrica. Finalmente, el papel pintado con patrón orgánico o texturado (última fila), posee su propia materialidad y sustancia.
Dependiendo de lo estricta, relajada o rítmicamente que esté dispuesto el patrón en nuestro papel pintado, su carácter y la expresión final será de una forma u otra.
Así, por ejemplo, patrones dispuestos geométricamente (primera columna), suelen dar un carácter estable y armónico al papel pintado. Un efecto que, en consecuencia se contagia a la estancia donde lo pongamos.
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| Colección Metropolis |
Los motivos dinámicos (como son los de la segunda columna), son desafiantes y alegres, por lo que animan una estancia.
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| Colección Aquarelle |
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| Colección Flock 4 |
Cómo crear un estilo con papel pintado